"El valor de lo viejo y la promesa de lo nuevo"
Siempre hemos escuchado que lo nuevo suele ser exaltado cómo sinónimo de progreso, eficiencia y modernidad. Sin embargo, no podemos perder de vista que lo viejo no siempre es obsoleto; más bien, es la base sobre la cual se construye todo avance. En lo viejo están la experiencia, las leciones aprendidas y las tradiciones que dan la identidad a nuestra sociedad.
Es cierto que lo nuevo representa la esperanza, la creatividad y la inquietud humana por un mejor entorno. No obstante, sin respecto por el conocimiento y el éxito de lo viejo; lo nuevo corre el riesgo de lograr únicamente un éxito superficial.
Naturalmente, creo que lo viejo y lo nuevo no son enemigos, síno complemento necesarios entre sí. Honrrar el pasado y abrazar el futuro es la mejor forma de construir el porvenir sólido y duradero.
Ese debe ser nuestro camino: una doble vía qué utilice la energía, la habilidad emprendedora, el potencial, la innovación y la creatividad de lo nuevo, sin dejar de aprender de las virtudes de lo pasado, solo así podremos asegurar un futuro mejor.
Por Isvelio Degadillo.
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